«La ecocardiografía produce una imagen en movimiento del corazón que nos permite ver cómo funciona».
La ecocardiografía es una prueba diagnóstica que, a través de ondas sonoras de alta frecuencia (ultrasonidos), aporta información acerca de la forma, el tamaño y la fuerza del corazón, el movimiento y grosor de sus paredes y el funcionamiento de sus válvulas.
También puede suministrar información sobre las arterias.
Los equipos de ecocardiografía convierten estos impulsos en imágenes en movimiento del corazón, permitiendo además estudiar la velocidad de la sangre en el interior de las cavidades
Según el tipo de estudio ecocardiográfico que se realice, puede determinarse el tamaño, la forma y el movimiento del músculo cardíaco.
Es la exploración más importante para estudiar el funcionamiento de las válvulas cardíacas y cómo circula la sangre por el corazón.
La ecocardiografía también puede suministrar información sobre las arterias.
En ocasiones se emplea para la evaluación y pronóstico de la cardiopatía isquémica (ecocardiografía funcional o de estrés).
Indicaciones más frecuentes de esta prueba:
Durante el estudio, estará acostado sobre una camilla. Le colocaremos sobre el pecho pequeños discos de metal denominados electrodos para registrar el ritmo cardiaco durante la exploración.
A continuación, se le aplicará un gel espeso sobre el pecho. El gel puede estar un poco frío pero no mancha ni altera la piel.
Se coloca un instrumento que emite ondas sonoras, llamado transductor, el especialista lo irá moviendo por su pecho mientras lo presiona firmemente a la altura del corazón. El transductor recoge los ecos de las ondas sonoras y los transmite como impulsos eléctricos.
Posiblemente, se le pida que inspire o espire o que contenga brevemente la respiración. Pero, durante la mayor parte del estudio, deberá permanecer inmóvil.
No es necesario ningún tipo de preparación especial antes de someterse a una ecocardiografía.
No es necesario que acuda en ayunas y si toma medicación de manera habitual, puede tomársela.
No es una prueba dolorosa ni produce ningún efecto secundario.
Podrá hacer vida normal e incorporarse a sus tareas laborales o domésticas diarias.
Si se le realiza alguna de las técnicas ecocardiográficas que requieren algo de anestesia, es recomendable que acuda acompañado para volver luego a su domicilio.