«La ecografía es una de las técnicas más importantes en el diagnóstico prenatal. En los últimos años, esta técnica ha experimentado un extraordinario desarrollo».
Las ecografías rutinarias de revisión, o solicitadas por algún motivo cuando el ginecólogo realiza la visita a la paciente, se hacen con la ecografía convencional (bidimensional con Doppler color).
Se realiza una ecografía 3D-4D cuando en la ecografía convencional se observan alteraciones tales como: malformaciones uterinas, patología de la cavidad del útero y quistes o tumoraciones en los ovarios y en algunos casos de anomalías fetales.
Aun así, ni la ecografía 3D ni la ecografía 4D sustituyen a la ecografía 2D, sino que ambos métodos deben ser utilizados en conjunto, hecho que permite aumentar la eficacia diagnóstica.
Permite el diagnóstico y seguimiento de procesos tanto fisiológicos como el embarazo; como patológicos como la presencia de infecciones, quistes, tumores, etcétera localizados en los órganos reproductivos femeninos.
Se emplea en la toma de biopsias o la práctica de amniocentesis ya que permite visualizar la zona exacta sobre la que deben realizarse dichas técnicas.
Cuando la ecografía se realiza para el estudio de los órganos reproductivos femeninos hablamos de ecografía ginecológica. Cuando la ecografía se realiza para el seguimiento del embarazo hablamos de ecografía obstétrica.
Indicaciones más frecuentes de esta prueba:
Diagnóstico de enfermedades ginecológicas: miomas, hemorragias, endometriosis, etc.
Diagnóstico prenatal y seguimiento durante el embarazo.
Ecografía ginecológica 3D y 4D
La importancia de la ecografía ginecológica 3D-4D es la aportación del tercer plano, lo que supone un cambio sustancial en el estudio de los órganos de la pelvis femenina, ya que es posible observar y analizar volumétricamente tales órganos.
La ecografía 4D, se logra mediante la reconstrucción secuencial de las imágenes captadas por la ecografía 3D y que confiere la sensación de movimiento en tiempo real.
En términos de anatomía, lo que mediante ecografía convencional se “intuía” como son las malformaciones uterinas, con la ecografía 3D-4D es evidenciable con absoluta precisión, lo que permite plantear la estrategia terapéutica adecuada y personalizada en cada caso.
En términos oncológicos, la ecografía se ha convertido en una herramienta importante, accesible y económica para el daignóstico diferencial de la mayoría de lesiones tumorales del aparato reproductor femenino y como método inicial para estudiar la extensión local de la enfermedad en el caso del cáncer de ovario, endometrio y cérvix.
Permite el diagnóstico de hasta el 85% de las malformaciones fetales que tengan una cierta manifestación estructural o morfológica. Permite, asimismo, identificar lesiones fetales que pueden recibir tratamiento intrauterino o en el momento del nacimiento.
Esta prueba debe realizarse entre las semanas 18 y 20 de la gestación. Es en este momento cuando se ha demostrado que pueden descubrirse la mayor parte de las anomalías fetales. Antes de la semana 18 el reducido tamaño del feto impide una adecuada visualización de sus órganos.
En fases precoces de la gestación, el estudio anatómico del feto y la búsqueda de ciertas anomalías sutiles (denominadas marcadores ecográficos) permite sospechar la existencia de una anomalía cromosómica, aunque con la ecografía en ningún caso podremos tener la certeza de dicha anomalía.
Se trata de una técnica que se practica por vía abdominal y permite la visualización del feto y su entorno, es decir, la placenta, el líquido amniótico, etc.
También permite, mediante la medición de la longitud del cérvix uterino, idenfiticar pacientes en riesgo de tener un parto pretérmino (parto que ocurre significativamente antes de la fecha prevista y que implica el nacimiento de un feto prematuro) y poner medidas para reducir las probabilidades de que eso ocurra.
Esta ecografía sirve también para estudiar el bienestar fetal mediante la determinación de distintas medidas del feto, lo que permite la valoración del crecimiento, así como la estimación de su peso al nacimiento. La determinación del llamado perfil biofísico fetal valora el estado de salud general del feto.
La realización de la técnica Doppler color materno-fetal permite la detección de alteraciones en la circulación materno-fetal y es útil en algunas enfermedades de la madre como en la diabetes o en la hipertensión arterial, en las que se podría ver afectada la circulación y comprometer el crecimiento del feto.
En cualquier caso, aunque la ecografía de alta resolución orienta sobre la condición fetal, no tiene por sí sola un valor absoluto para asegurar el bienestar del niño.