«La ecografía es una técnica segura y fiable que aumenta la capacidad diagnóstica, agiliza y mejora la toma de decisiones de los profesionales de la medicina en cualquier ámbito de ejercicio».
La ecografía utiliza ultrasonidos, no Rayos X. Múltiples estudios han demostrado que estos ultrasonidos son inocuos y que pueden ser utilizados con total seguridad, como en el caso de una embarazada donde los Rayos X o el TC no serían apropiados.
En determinados casos, para obtener el diagnóstico se podría utilizar tanto la Ecografía como el TC, pero la ecografía se realiza en menos tiempo y tiene un coste económico considerablemente inferior.
Su médico ordenará el tipo de estudio más apropiado dependiendo de cada situación.
La ecografía es un procedimiento que permite obtener imágenes de muchas de las estructuras de nuestro organismo a través de ondas de ultrafrecuencia.
El ecografista le extenderá un gel sobre la piel y le deslizará por el abdomen un instrumento, similar a un micrófono, llamado transductor pidiéndole que colabore con la respiración cuando se lo indique.
La ecografía abdominal es la más frecuente y en ella se explora la vesícula biliar, el hígado, las vías biliares, riñones, páncreas y bazo. Incluye también la aorta y el retroperitoneo.
No es un procedimiento doloroso y dura aproximadamente 15-30 minutos.
Indicaciones más frecuentes de esta prueba:
Ecografía pélvica
Esta prueba sirve para explorar, fundamentalmente, útero, ovarios y vejiga. En hombres, la vejiga y la próstata.
Cuando es necesario un mayor detalle del útero, ovario o tejidos circundantes, se realiza un estudio especial con un transductor especial de alta resolución que, esterilizado previamente, se introduce por la vagina.
Para la realización de este procedimiento, resulta conveniente tener la vejiga llena, por lo que es necesario beber abundante agua, empezando una hora antes y terminando 30 minutos antes de la prueba, y no orinar antes de la realización de la exploración.
No es necesario acudir en ayunas.
Ecografía de partes blandas
Se utiliza para evaluar alteraciones en las glándulas tiroides y paratiroides, mama, escroto y testículos y, ocasionalmente, otras localizaciones superficiales.
La prueba, no solo permite visualizar y caracterizar las alteraciones, sino también utilizarse como guía de punción con aguja fina (PAAF) o biopsia de las posibles alteraciones encontradas en el estudio.
Ecografía vascular
Se emplea para evaluar las estructuras vasculares y analizar si existen alteraciones como dilataciones, estrecheces u oclusiones.
Los vasos más frecuentemente explorados son los del cuello, brazos, piernas, incluyendo arterias y/o venas, así como el estudio de By-pass quirúrgicos (injertos vasculares) y fístulas arteriovenosas para hemodiálisis.
Ecografía intervencionista
Engloba una amplia gama de procedimientos terapéuticos: biopsias, aspiraciones de quistes, drenajes de colecciones líquidas en pulmón, abdomen y tejidos subcutáneos y técnicas ablativas oncológicas (tratamientos de tumores).
Los procedimientos intervencionistas suelen estar precedidos de una exploración ecográfica. Por su gran diversidad, la duración es variable y puede oscilar entre 30 y 90 minutos.
Algunos procedimientos, como biopsias de órganos abdominales y otros, pueden necesitar un periodo de observación postprocedimiento de varias horas.
Son procedimientos dolorosos, pero se ponen todos los medios posibles para que el dolor sea el menor. Algunos pueden realizarse con anestesia local (similar a la novocaína del dentista). Otros requieren analgésicos o ansiolíticos previos o, incluso, coger una vía endovenosa y monitorización por parte de la enfermería de radiología por sí fuera necesario administrar fármacos.
Para realizar estos procedimientos, evite ingerir sólidos o líquidos que no sean agua 6-8 horas antes. Puede tomar su medicación habitual, a menos que se diga lo contrario. Si está tomando aspirinas o similares, interrumpa la toma unos 5 días antes de la prueba. Si es diabético, consultar a su médico.
Tras la prueba, puede existir algo de dolor en la zona, pero suele ser mínimo e irá desapareciendo.
Si se le ha administrado medicación analgésica o anestésica, puede sentir somnolencia durante el periodo de recuperación, por lo que deberá estar acompañado en el centro y en el domicilio. No se aconseja conducir durante varias horas.