«La principal ventaja de la mamografía es la posibilidad de hacer un diagnóstico precoz de cáncer de mama, incluso antes que sea clínicamente palpable, lo que se asocia a una mejor respuesta al tratamiento y al aumento de sobrevida de la mujer».
La mamografía es la prueba idónea en la mayoría de los casos para el estudio de la glándula mamaria.
El cáncer de mama se trata con éxito cuando se detecta en una fase precoz, es esencial el uso de técnicas diagnósticas para detectarlo lo antes posible. Para ello, se realizan pruebas de screening de manera periódica a la mujer a partir de los 40 años.
Esto hace que la mayoría de los tumores de la mama que se detectan en la actualidad estén en estadios muy precoces, lo que aumenta enormemente las posibilidades de éxito.
La mamografía digital directa obtiene imágenes de muy buena calidad y resolución reduciendo la dosis de radiación que recibe el paciente.
Las pacientes portadoras de implantes mamarios también se benefician de esta tecnología. Igualmente, en las exploraciones a mujeres por debajo de 50 años con mamas densas, se consigue mejorar la detección del cáncer de mama respecto a la tenología analógica.
Normalmente una mujer debe realizarse su primer estudio o «basal» a la edad de los 40 años.
Este estudio debe ser realizado a una edad más temprana si existiera algún signo o síntoma de los anteriormente comentados o una historia familiar de cáncer de mama.
Después del estudio mamográfico basal, una mujer debería realizarse una mamografía cada uno o dos años hasta la edad de los 50 (la periodicidad exacta debe ser discutida con su médico).
Después de la edad de los 50 años, se recomienda una mamografía anual.
Indicaciones más frecuentes de esta prueba:
¿Cómo se realiza la mamografía?
Realización de la mamografía
Las radiografías se obtienen colocando la mama en una máquina especial llamada mamógrafo, que está diseñada para que el haz de rayos atraviese la mama y plasme la imagen de ésta en una película sensible a los rayos X.
Para cada exposición, la mama se mantiene en compresión, de manera que se adquiera una imagen lo más clara y nítida posible.
A menudo, la mama es, además, examinada usando la tomosíntesis, que permite realizar un estudio multiplanar de la mama, evitando la superposición de estructuras. Así se consiguen detectar tumores ocultos en la mamografía convencional. Con este fin se suele emplear también la ecografía ,y de ésta manera realizar el diagnóstico más fiable y preciso de la mama.
Preparación de la mamografía
Si tiene alguna mamografía anterior, es muy importante llevarla para su comparación con el estudio actual.
En el día de la exploración, no debería usar polvos de talco, perfumes o desodorantes. Se recomienda llevar un sostén confortable.
Puede continuar con la medicación habitual, a menos que se le indique lo contrario.